BioBrasil: entrevista a Mateus Vidigal

Charlamos con uno de los fotógrafos seleccionados por el programa de Residencia Artística de 2023, autor de la muestra "Despertar do desatino".

El pasado 7 de septiembre, coincidiendo con el Día de Brasil, el CEB inauguró la exposición “Despertar do desatino”, uno de los proyectos seleccionados por el programa de Residencia Artística de Fotografía de 2023 y obra del periodista brasileño Mateus Vidigal.

La muestra reúne 35 imágenes en blanco y negro, tomadas entre 2016 y 2022 en la ciudad de Brasilia, durante las distintas manifestaciones y algaradas populares que han sacudido la capital brasileña en los últimos años. Con Mateus hablamos de su formación como fotógrafo e investigador, sobre el proceso de creación de las imágenes, de la temática escogida…. En definitiva, una serie de temas interesantes que nos acercan la historia reciente de Brasil de una manera distinta y original. ¿Dispuestos a despertar de la locura?

Todo tiene un origen

De padres cariocas, Mateus Vidigal nació y creció en Guará, una ciudad satélite del Distrito Federal, que se comporta casi como un barrio periférico de la capital. Su relación con la fotografía se remonta a su juventud, a principios de los 2000, cuando todavía era normal encontrar álbumes de fotos en las casas. Mateus disfrutaba repasando ese registro cotidiano de eventos familiares como cumpleaños, fiestas de Navidad y de año nuevo… Eran fotografías que tenían un ritmo, una temporalidad, muy distinta a la actual donde prima lo inmediato y donde resulta difícil distinguir lo importante de lo superfluo.

Ya al principio de su vida adulta empezó a interesarse por hacer sus propias fotos. Calculaba los encuadres, los puntos de vista, incluso de las imágenes más banales como flores o paisajes. Pero fue en la Universidad donde la cosa tomó otro cariz. Mateus es graduado en comunicación social por la Universidad de Brasilia (UnB, Brasil), en concreto en la rama de periodismo audiovisual, donde cursó asignaturas como fotoperiodismo o fotografía publicitaria, que incentivaron su interés.

En este punto, Mateus nos hace una confesión: afirma que, en realidad, y a pesar de las clases, su gusto por la fotografía tiene origen en la envidia que sentía del talento de su amigo Alexandre. Natural de Aparecida de Minas, una ciudad de apenas 3.000 habitantes del conocido como Triángulo Minero, Alexandre fue a parar a Brasilia, donde solo la universidad tiene más población que su ciudad de nacimiento. Alexandre no solo es poeta y escritor, también es músico, guitarrista y, para más inri, ¡hace fotos increíbles! Los celos de ese talento casi renacentista fueron los que decidieron a Mateus a intentar hacerlo mejor… Y es que, como concluye nuestro entrevistado, a veces los sentimientos negativos como la rabia, la envidia o el dolor tienen la misma o más fuerza creativa que los positivos.

El talento evoluciona

Mateus Vidigal inició su andadura buscando referencias “obvias”, especialmente en el trabajo del mítico Sebastião Salgado. De hecho, fue por él por lo que se inclinó por la fotografía documental, en blanco y negro, y con esa estética tan característica. Más adelante, acabó descubriendo en la fotografía un vehículo de expresión, una forma de decir cosas que no podía expresar con palabras en su oficio de periodista.

Precisamente, por influencia del fotoperiodismo, de ese esfuerzo por dejar constancia de los hechos, su trabajo cambió de sentido, y pasó a centrarse en registrar los acontecimientos que se desarrollaban a su alrededor. Sólo más adelante, la rigidez que imponía ese formato de captura de lo inmediato, empezó a convertirse en un obstáculo para lo que realmente quería hacer. Vivimos en una época en la que se generan cientos de miles de imágenes a diario. Todo el mundo (móvil en mano) produce y consume fotografías de forma constante, sin pararse a pensar, sin una reflexión acerca de lo que se está viendo… y darse cuenta de ello, pensar que estaba haciendo la misma foto que todo el mundo, sin aportar absolutamente nada nuevo, hizo a Mateus entrar en crisis. Cansado de esa estética, de esa urgencia de capturar el momento exacto, la mejor pose, la expresión más llamativa, empezó a buscar otras temporalidades posibles.

El fin del sueño empieza ahora

Para terminar la entrevista, Mateus Vidigal nos habla de la exposición que podemos visitar en el CEB hasta el próximo 20 de octubre. Nos dice que las fotos que componen “O despertar do desatino” se tomaron en momentos muy distintos de su vida, aunque en realidad dichos momentos no estuvieran demasiado alejados en el tiempo (apenas hay seis años de diferencia entre la primera y la última foto de la muestra). Reflejan el momento en que intentó alejarse del formato de mero registro, de las interpretaciones únicas y exclusivas, jugando con las distintas realidades posibles, e incluso con la verdad y la mentira. Así, empezó a realizar movimientos menos obvios dentro de las manifestaciones sociales y políticas en las que participaba y creó otro protocolo de cobertura de los hechos, en el que intentaba entrar en las brechas de tiempo y, sobre todo, en las brechas dejadas por los acontecimientos.

Mateus confiesa que hay algunas fotos en la exposición que hoy día no volvería a hacer, con las que ya no se identifica. También afirma que es genial poder ver todas las imágenes articuladas en la forma en la que están, porque consiguen su objetivo: permitir al espectador navegar por narrativas distintas a lo que, de hecho, sucedió.

Y es que a pesar de que las fotos aun conservan vestigios de ese carácter periodístico del principio, la forma en la que se ofrecen al púbico permite que cada observador reconstruya su propia interpretación de los hechos. A ello también contribuyen las diferentes técnicas empleadas, como la larga exposición -que descubrimos en dos de las fotografías -, las imágenes tomadas caminando en sentido opuesto al de la manifestación, la elección de los encuadres y hasta de los motivos fotografiados, que pueden ser micro-acontecimientos que en ese momento le llamaron más la atención que la propia manifestación: un reflejo, una composición particular, un espacio vacío, algo de lirismo dentro del caos…

Ya solo nos queda agradecer a Mateus Vidigal su amabilidad y disponibilidad para atendernos. Ha sido un placer poder hablar con él desde el otro lado del Atlántico. Os recordamos que la exposición “O despertar do desatino” está abierta público en el Palacio de Maldonado hasta el próximo 20 de octubre y que el catálogo con todos los textos y las imágenes pude descargarse de manera gratuita desde la página web del CEB.

Referencias y música del programa

Vidigal, M. (2019). Entre o eu e a fotografia : experiência estética fotográfica como devaneio e o sistema autopoiético observador-imagem.

Instagram: https://www.instagram.com/mateusvidigal/

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