Este podcast inaugura la colaboración del CEB con el Museu da Vida Fiocruz, de Río de Janeiro, un centro cultural perteneciente a la Fundação Oswaldo Cruz (Fiocruz, Brasil), una de las más importantes instituciones de investigación y salud pública de América Latina.
En esta ocasión viajamos hasta finales del siglo XIX y principios del XX, para contar quién fue Oswaldo Cruz y qué representa dentro de las ciencias brasileña e internacional.
Oswaldo Cruz fue el primer hijo del matrimonio compuesto por Amália Taborda Bulhões y el prestigioso médico Bento Gonçalves Cruz. Desde niño destacó por su increíble inteligencia y de hecho, su vida académica fue tremendamente precoz: empezó a estudiar medicina con 14 años en la Facultad de Río de Janeiro, y a los 20, ya se había licenciado como médico. Su tesis doctoral, de 1892, llevaba por título “A veiculação microbiana pelas águas” (La transmisión microbiana por el agua), el acceso al documento está disponible de manera gratuita en la sección de Obras Raras de la Biblioteca de Manguinhos, de la Fiocruz.
Oswaldo no era precisamente el prototipo del brasileño decimonónico. Médico blanco, de clase pudiente y de familia de renombre, nuestro protagonista formaba parte de una élite privilegiada a la que pocos, de los 14 millones de habitantes del país, tenía acceso. Si estuviéramos hablando de una mujer blanca de clase media, o de un hombre negro la situación sería diferente: matrimonio, hijos, vida doméstica y una (reducida) vida pública en el primer caso, y trabajo duro como empleado doméstico o ayudante en los más diversos oficios en el segundo. ¿En qué se traduce esto? Pues en que la ciencia brasileña (y también la europea o norteamericana) de principios del siglo XX era mayoritariamente blanca y masculina.
En enero de 1893, Oswaldo Cruz se casa con Emília da Fonseca, apodada “Miloca”, hija de un rico comerciante portugués. Como regalo de bodas, su suegro le construyó un laboratorio en el sótano de la casa donde vivía en el barrio Jardim Botánico. Además, le ayudó a estudiar en el Instituto Pasteur de París, siendo el primer brasileño en acceder a esta institución.
Cuando volvió a Brasil, Oswaldo Cruz ya se había especializado en microbiología, urología y medicina forense. De su matrimonio con Miloca nacieron 6 niños: Elisa, Bento, Hercília, Oswaldo, Zahra y Walter. Zahra falleció siendo todavía un bebé, y los tres varones estudiaron Medicina. Para la mayoría, Oswaldo Cruz era un gran médico sanitarista, pero para Miloca era su marido, el padre de sus hijos y un gran compañero con el intercambiaría cartas hasta la muerte de Oswaldo, en 1917. En este enlace está toda su correspondencia privada.
Tenemos que agradecer el ímprobo trabajo desarrollado por Melissa Cannabrava y Renata Fontanetto, ambas periodistas del Museu da Vida, que han sido las encargadas de preparar toda la documentación y de entrevistar a las profesoras Ana Luce Girão, doctora en Historia de la Ciencia e investigadora del Departamento de Archivo y documentación de la Casa Oswaldo Cruz, y Nara Azevedo, doctora en Sociología e investigadora titular de la misma institución. Su testimonio nos acerca no solo la figura del gran médico e higienista Oswaldo Cruz, sino todo el contexto histórico y socio-cultural del Brasil de la época, imprescindible para comprender la importancia de la labor de nuestro protagonista.
Referencias: