En estos tiempos confusos de pandemia, en los que palabras como “coronavirus”, “incidencia acumulada” o “difusión por aerosoles”, han pasado a formar parte de nuestro vocabulario, nos parecía importante incidir en el papel de la ciencia y poner en valor el trabajo de los científicos, hombres y mujeres, que a lo largo de los años se han esforzado por hacer nuestras vidas más cómodas, seguras e interesantes.
Por eso, a lo largo de las os últimas temporadas hemos dedicado una emisión mensual a algún tema relacionado con la ciencia en Brasil. Esas emisiones eran parte de la colaboración entre el CEB y el Museu da Vida, contando con la producción de Melissa Cannabrava y Renata Fontanetto, periodistas del Museu da Vida.

Esta última emisión de “BioBrasil” en colaboración con el Museu da Vida, vamos a conocer mejor la científica brasileña, la Dra. Marilda de Souza Gonçalves, directora del Instituto Gonçalo Moniz, de la Fiocruz de Bahia y eminente bióloga molecular.
Nacida en septiembre de 1957, Marilda es la segunda se siete hermanos (tres mujeres y cuatro hombres). Actualmente, vive en Rio Vermelho, un barrio histórico de la ciudad de Salvador, capital del estado de Bahia y suele pasar los fines de semana en las playas do Flamengo, donde, afirma, encuentra la paz que necesita para reformular sus ideas. Graduada en farmacia bioquímica por la Universidade Federal da Bahia (UFBA, Brasil) en 1980, la investigadora nos cuenta cómo se interesó por esta área tan específica de la ciencia y nos habla de su trabajo y su formación.
El origen de una vocación
La primera opción de la Dra. Marilda fue estudiar Medicina. Sin embargo, después de meditarlo decidió pasarse a Farmacia, ya que no se veía capaz de tratar directamente con el sufrimiento de las personas. Quería estar al lado de la gente, contribuir a su desarrollo, pero sin el contacto directo que implica la profesión médica. Además, a nuestra protagonista siempre le gustó el ambiente del laboratorio, jugar con distintos productos, mezclar cosas a ver qué pasaba y en la escuela destacó en las asignaturas de Física, Química, Matemáticas y en las Ciencias biológicas. Todo ello, unido a su pasión por la genética, fue lo que la llevó a decantarse por la farmacia bioquímica.
Un año después de graduarse, Marilda empezó la segunda fase de su formación, licenciándose en 1984 en el curso de alimentos de la UFBA. La década de los 80 fue especialmente convulsa en Brasil, con grandes cambios en todos los ámbitos (político, social, económico, cultural…). Por eso, quisimos saber cómo se reflejaba todo esto en las aulas de aquella época y quiénes eran sus compañeros de clase. La Dra. Gonçalves nos cuenta que la carrera de Farmacia estaba copada por mujeres y personas blancas, hasta el punto de que ella era la única negra de la clase. De hecho, había muy pocos negros en toda la facultad. Afortunadamente, la profesión hoy está mucho más diversificada racialmente que en sus tiempos universitarios, donde parecía que era solo la opción de mujeres blancas.
Formándose concienzudamente
Decidida a perfeccionarse en su área de conocimiento, la profesora Marilda de Souza Gonçalves continuó con sus estudios: primero un máster en Genética y Biología Molecular por la Universidade Estadual de Campinas (Unicamp, São Paulo) en 1989; luego un doctorado “sándwich” en el Medical College of Georgia (Estados Unidos), entre 1991 y 1993; un segundo doctorado en Genética y Biología Molecular por la Unicamp, en 1994, y postdoctorado por la University of Pennsylvania (Estados Unidos), en 2005. Por si esto fuera poco, la Dra. Marilda es una políglota consumada que además de portugués habla inglés, francés e italiano, lo que le ha permitido dirigir los trabajos de investigación de más de 100 alumnos de diversas nacionalidades.
A finales de 2002, nuestra protagonista realizó una estancia en el Instituto Curie (París, Francia), en el Laboratorio de Interferón y Citocinas. Pero ya antes de su aventura europea, en concreto desde 1996 formaba parte del Centro de Pesquisa Gonçalo Moniz, de la Fiocruz Bahia, así que no pudimos evitar preguntar cómo fue su ingreso en esta importante institución científica.
Antes de nada, nuestra protagonista nos pone en antecedentes y nos explica que –como se licenció mucho más rápido que la mayoría de sus compañeros–, accedió pronto a una plaza de profesora auxiliar en la UFBA y empezó a darles clase a sus antiguos condiscípulos. Marilda notó que la actitud de sus colegas hacia ella cambiaba, pues había pasado de compañera de clase a profesora en un abrir y cerrar de ojos. Mientras estudiaba su doctorado, se abrió una vacante de investigador en la Fiocruz y ella decidió presentarse al puesto. Sacó la mejor nota de todas en la oposición, por lo que redujo su horario de clases en la Facultad de Farmacia para empezar a trabajar en la Fiocruz.
Su entrada en la Fiocruz marcó un hito muy importante para la Facultad de Farmacia, pues suponía la apertura de aquella institución a profesionales no médicos como la propia Marilda, lo que, a su juicio, resulta transcendental para la ciencia brasileña en su conjunto.
A lo largo de los años ha recibido numerosos premios y reconocimientos, pudiendo destacar el evento promovido en enero de 2012 por el Conselho Regional de Farmácia do Estado da Bahia, en el que la investigadora fue homenajeada por sus méritos farmacéuticos y su exitosa carrera en el Sistema Único de Saúde (el SUS, equivalente a la Seguridad Social en España).
El 29 de mayo de 2017, Marilda Gonçalves fue nombrada directora de la Fiocruz Bahia para el cuadrienio 2017-2021, en un evento nacional en la Fiocruz de Río de Janeiro, junto a los directores electos de otras unidades de la Fundación. Recientemente, el 21 de junio de 2021, renovó su mandato por otro cuatrienio, hasta 2025, en una ceremonia virtual que puede verse en el canal de YouTube de la Fiocruz Bahia.
Motivaciones y defensa de la profesión científica
La Dra. Marilda siempre ha sido una persona muy motivada, amante de su profesión y de su trabajo. Considera esencial la labor del educador, que es el que verdaderamente da la oportunidad a las personas de descubrir su potencial. Por eso, ella siempre se esforzó en su labor docente, desde el principio de su carrera y hasta hoy.
Nos cuenta que la ciencia en Brasil pasa hoy día por muchas dificultades como recortes presupuestarios bestiales, que ponen en riesgo la continuidad de importantes programas de formación e investigación y hasta una oleada negacionista, que ha puesto entredicho la importante labor de los científicos. Sin embargo, la Dra. Marilda afirma que, pese a todo, ella ama lo que hace.
Su campo de estudio tiene aplicación tanto en la ciencia como en las áreas sociales y de ciudadanía, pues trabaja con enfermedades hematológicas y otras dolencias sistémicas, que también afectan a las familias de los pacientes. En este sentido, la profesora Gonçalves destaca el aspecto social de su profesión y la conexión con distintos profesionales del área de la salud, que complementan su trabajo.
En el día a día, se siente feliz y estimulada cada vez que ayuda a un alumno a preparar su defensa de tesis o elegir el máster o el doctorado más adecuado. Adora moverse dentro de un laboratorio, discutir sobre protocolos y acudir a congresos donde puede charlar con otras personas que desarrollan proyectos semejantes al suyo. Es un espacio creativo, donde es posible pensar e innovar.
Ya para concluir, nuestra protagonista asevera que la ciencia es lo mejor que le ha pasado a la humanidad, pues nos permite abrir caminos para el conocimiento, caminos para mejorar la vida todos nosotros. El mundo necesita a la ciencia para sobrevivir, para desplazarse, para hablar por teléfono, para curar sus enfermedades. La ciencia está en todas partes y los científicos son elementos fundamentales para el desarrollo de una comunidad y para las sociedades puedan vivir en plenitud. Toda una declaración de intenciones y más en los tiempos que corren.