Con esta emisión arranca un especial de BMQS, en el que conoceremos los nuevos proyectos seleccionados por el programa de Residencia Artística de Fotografía del CEB para 2025. Nuestro primer invitado no es otro que Gustavo Silva de Almeida, autor de “As coisas maravilhosas do sertão”, una increíble propuesta que acercará al espectador a una de las regiones más puras y salvajes de Brasil.
Conociendo a Gustavo Silva de Almeida
Gustavo Silva de Almeida es natural de la ciudad de Itabuna al sur del estado de Bahía. Graduado en ingeniería civil, se define como artista plástico y fotógrafo autodidacta.
Su interés por el arte se remonta a su infancia. A los diez años, pintó sus primeros óleos sobre soportes de madera fabricados por él mismo, inspirándose en las fotos de obras de grandes artistas que sacaba de la enciclopedia. Más tarde, viviendo ya en Salvador, la capital del estado, empezó a frecuentar los museos de la ciudad, sobre todo el Museu Carlos Costa Pinto, donde admiraba en silencio el trabajo de pintores como Presiliano Silva (tío de su madre, fallecido en aquella época), Mendonça Filho, Lopes Rodrigues, Alberto Valença, entre otros.
La fotografía surgió en su vida como una necesidad, pues muchas veces tenía que recurrir a hacer una foto para registrar un momento específico que después deseaba llevar al lienzo o al papel. Hoy se confiesa enamorado de este fantástico mundo, especialmente el de la fotografía en blanco y negro. Empezó a hacer fotos en torno a 1974 y, lo mismo que había pasado en el caso de la pintura, lo hizo también de manera autodidacta. En la entrevista, afirma que este hecho, el no haber tenido una formación específica o formal en el área, le permite
una mayor libertad creativa porque no que estoy atado a las reglas de la ‘buena fotografía’. Prefiero explorar lo que se llama ‘licencia poética de la imagen’, entre comillas, transmitiendo arte de forma directa por medio de imágenes impactantes, ricas en detalles, sombras y contrastes que sólo la fotografía en blanco y negro puede proporcionar.
As coisas maravilhosas do sertão
Las imágenes que componen el proyecto de Gustavo Silva de Almeida “As coisas maravilhosas do sertão”, evocan los tiempos del cangaço y del mítico Antonio Coselheiro, protagonista de la Guerra de Canudos (1896-1897). De hecho, en la entrevista, Gustavo nos confirma que tomó como punto partida las ciudades de Monte Santo y Canudos (Bahía, Brasil), debido a su importancia histórica y cultural para sertão brasileño.
La elección de la fotografía en blanco y negro no fue una simple opción estética. Se decantó por ella porque la falta de color evoca un estilo nostálgico, casi retro, más cercano al arte, que era lo que él perseguía.
Sin la distracción de los colores, los detalles, sombras y contrastes se destacan, creando imágenes más impactantes igual que la propia historia del sertão.
En cuanto al mayor desafío al que tuvo que hacer frente para llevar a cabo el proyecto, Gustavo sostiene que fue el encontrar un abordaje equilibrado entre las maravillas del sertão y sus dificultades. Quería evitar a toda costa reforzar los estereotipos negativos, como los que asocian el sertão a la pobreza, aprovechando plenamente “la convivencia con esa humanidad, simple, acogedora y culturalmente rica, conectándome al máximo con sus raíces culturales para capturar su esencia”.
Por último, desde el punto de vista técnico, la mayor dificultad fue el intenso sol y calor de la zona, que hizo que jugar con las luces y sombras para capturar imágenes equilibradas se convirtiera en un auténtico reto.
El sertão y los sertões
Para terminar, aprovechamos la presencia de Gustavo Silva de Almeida para conocer un poco más esa región brasileña que tan bellamente plasma en sus fotografías: el sertão bahiano.
Entre todo lo que el sertão tiene que ofrecer, nuestro entrevistado destaca su religiosidad, con sus fiestas y celebraciones, fiel reflejo de la profunda devoción de sus gentes. Eventos como la “Festa do Vaqueiro” y los homenajes a los santos populares, constituyen “momentos de gran comunión y expresión de la fe”.
Por otro lado, Gustavo menciona también la importancia de los valores tradicionales, como la familia o la conexión con la tierra, marca registrada de todo sertanejo, así como la hospitalidad y generosidad tanto con los vecinos como con los extraños.
Una figura emblemática de la zona es sin duda el vaquero, protagonista de muchas de sus fotografías, ataviado con su sombrero, botas de cuero y ropa típica y símbolo de la secular tradición ganadera de la región. Y no podemos olvidar la música, que hunde sus raíces profundamente en la cultura sertaneja, con géneros como el forrô, el baião e el xote ni la literatura de cordel, una “de las formas más auténticas de expresión literaria de la región que narra historias de valentía, amor y resistencia a través de versos rimados”.
Para terminar la entrevista le preguntamos a Gustavo, si existe un solo sertão o si podemos hablar de distintos sertões. Él afirma que, desde el punto de visa cultural, existen muchos sertões diferentes, pues el concepto de sertão
transciende una única definición geográfica o cultural, siendo moldeado por diversas realidades sociales, históricas y ambientales. Cada sertão tiene su propia particularidad, influenciada por la geografía, las interacciones humanas a lo largo del tiempo y por las tradiciones locales.
A día de hoy, los sertanejos aún tienen que hacer frente a muchos retos y desafíos, como la escasez de agua y la sequía extrema, agravada por el cambio climático, la falta de infraestructuras e inversión por parte de los gobiernos o las dificultades para acceder a una educación de calidad, que acaban llevando a muchos habitantes de la región a emigrar a otras zonas de Brasil, huyendo de la pobreza y de la desigualdad. A pesar de ello (o quizá precisamente por su causa) son un símbolo de resiliencia y compromiso con su entorno, un ejemplo del que todos deberíamos aprender.
Música del programa
Desde 2014, el CEB lanza una convocatoria anual para seleccionar proyectos expositivos dentro de su programa de Residencia Artística de Fotografía. Destinada a colectivos o artistas individuales, mayores de 18 años, la convocatoria tiene el objeto de seleccionar proyectos expositivos, a los que el CEB cede parte de sus instalaciones con la intención de establecer vínculos con aquellas iniciativas culturales que mejor se adecuen a sus fines de promoción de la cultura brasileña en España. Descubre más del programa en este enlace.
