En esta emisión de “Hoy, ¡libro!”, la columna dedicada a divulgar la literatura brasileña y, en particular, los fondos de la bien surtida biblioteca del CEB, os presentamos la novela policiaca Assassinatos na Academia Brasileira de Letras (Companhia das Letras, 2005), del incombustible e inclasificable Jô Soares. El humor, la intriga y una cuidada ambientación histórica se dan la mano en esta apasionante historia, en la que un asesino en serie da caza, uno a uno, a los inmortales de Academia.
Jô Soares: el maestro de las mil caras
José Eugênio Soares, más conocido como Jô Soares (1938–2022) fue uno de los grandes nombres de la cultura brasileña del siglo XX y comienzos del XXI. Multifacético como pocos, destacó como humorista, actor, director teatral, músico, presentador de televisión, dramaturgo y escritor.
Nacido en Río de Janeiro, pasó parte de su infancia en el anexo del emblemático Copacabana Palace. Estudió en Suiza con la intención de convertirse en diplomático, pero su vocación artística lo llevó por otros caminos. Durante décadas fue una figura esencial del humor brasileño, creando más de 200 personajes inolvidables y revolucionando el formato del late-night con su célebre Jô Soares Onze e Meia, emitido por la STB entre los años 1988 y 1999.
De regreso a TV Globo, condujo el Programa do Jô entre 2000 y 2016, en el que entrevistó a miles de figuras del país y del extranjero.
Enormemente popular por su trabajo en el ámbito audiovisual, donde marcó un antes y un después en la historia de la televisión brasileña, Jô Soares tenía también una destacada faceta de escritor. De hecho, en agosto de 2016 fue elegido para formar parte de la Academia Paulista de Letras, ocupando la silla nº 33, que perteneció a Francisco Marins. Dato curioso: Jô tenía una biblioteca personal de más de 10 mil libros, que según decía le permitían ir de “viaje sin salir del sofá”.
Aunque hizo alguna incursión en el ensayo, en esta emisión nos centramos en producción como novelista que presenta una serie de rasgos comunes, entre ellos una cuidadísima ambientación histórica, que transporta automáticamente al lector a la época en la que se desarrolla la acción; un cierto gusto por lo escabroso y lo bizarro, que se traduce en personajes que salen de lo común ya sea por su aspecto físico o por su catadura moral o psicológica; y, por último, un fino sentido del humor, cargado de ironía (y, en ocasiones, de mala baba), con el que no duda en exponer las pequeñas miserias humanas: la avaricia, la lujuria, la envidia, el rencor… Nada escapa a su pluma ágil y cuidadosa, lo que convierte la lectura de sus obras en un placer casi hedonista.
Jô Soares es autor de cuatro novelas, O Xangô de Baker Street (publicado en 1995 por la Companhia das Letras), en la que cuenta una improbable aventura del mayor detective de todos los tiempos, Sherlock Holmes, en el Brasil del segundo imperio.
O Homem que Matou Getúlio Vargas (1998), que es la disparatada historia de Dimitri Borja Korozec, un asesino anarquista, de padre serbio y madre brasileña, al que persigue la torpeza y la mala suerte, pero que tiene el privilegio de conocer a la flor y nata de la cultura, la ciencia y la política de dos continentes. Eso sí, siempre por casualidad.
As Esganadas (de 2011), un thriller ambientado en la era Vargas, en el que las víctimas son mujeres obesas que mueren asfixiadas por su gula en un proceso que incluye interés gastronómico, especialmente por los dulces portugueses, y un intenso deseo sexual, con ciertos matices de complejo de Edipo.
Cualquiera de estos libros merecería su propio programa, pero este podcast se centra en una novela que podéis encontrar en la biblioteca del CEB y que lleva por sugerente título: Assassinatos na Academia Brasileira de Letras.
Assassinatos na Academia Brasileira de Letras
Publicada en 2005, también por la Companhia das Letras, nos encontramos ante una novela policiaca ambientada en la belle époque, momento de esplendor del modernismo brasileño. Este movimiento empezó en la década de 1920 y tuvo un impacto significativo en la literatura, las artes plásticas y la arquitectura. Buscaba construir una verdadera cultura brasileña, adaptando elementos de las vanguardias europeas anteriores a la I Guerra Mundial como el cubismo y el futurismo.
El modernismo brasileño se enmarca en las profundas transformaciones que sufrió el país a principios del siglo XX, incluyendo la inmigración europea masiva y el surgimiento de una burguesía industrial y comercial que empezaba a reivindicar su espacio político. La novela de Jô Soares refleja perfectamente este ambiente: una sociedad que se esfuerza en alcanzar la modernidad, aunque sea encorsetándose en modas ajenas y poco compatibles con la vida en los trópicos.
La historia arranca con la elección de Belizário Bezerra, un importante político pernambucano, para ocupar una silla vacante en el Petit Trianon. Bezerra entra en la Academia gracias a la publicación de una noveleta policiaca de dudoso gusto y peor pluma, titulada, precisamente Asesinatos en la Academia Brasileña de Letras, ¡Toda una ironía! ¿Quién podría imaginar que sería asesinado en su propia toma de posesión?
La novela transcurre en el Río de Janeiro de 1924, cuando una serie de asesinatos que tiene como objetivo a los inmortales de la Academia sacude la ciudad. El asesino utiliza una técnica singular: un veneno desconocido y peligroso que corroe los órganos internos rápidamente. Pero, ¿por qué los inmortales de la Academia? ¿Por qué los “crímenes del penacho”, como la prensa bautiza a los casos, arrancan justo después del lanzamiento del libro de Bezerra? ¿Es una burla? ¿Quién es el misterioso asesino? ¿Y quién es “Brás Duarte”, el nombre que aparece en una nota anónima encabezada por un parajillo misterioso que alguien envía al comisario Machado Machado, el encargado del caso?
Los personajes
Jô Soares narra la investigación realizada por Machado Machado, un comisario de policía cuyo nombre rinde homenaje a Machado de Assis, de quien su padre era un verdadero fan.
El que le inculcó el hábito de la lectura fue su padre, Rubino Machado, escribano de caligrafía primorosa del 2º registro civil de inmuebles. Tamaña era la admiración de Rubino por Machado de Assis, que bautizó a su hijo como Machado. Nombre: Machado. Apellido: Machado. Desde el colegio, hacían chistes con el nombre doblado del comisario Machado Machado (...) Las mujeres lo encontraban perturbador, intrigante y quedaban fascinadas con su nombre en eco: “Machado Machado... Machado Machado...
En sus andanzas, el protagonista está acompañado por otro personaje peculiar, su amigo el forense Gilberto de Pena-Monteiro, un científico apasionado, la oveja negra de una familia de acaudalados ginecólogos que, entre otras cosas, han ayudado a traer al mundo al mismísimo emperador D. Pedro II. Así lo describe Jô Soares:
El médico estaba desorientado. El estudio de venenos era su especialidad. Había defendido una tesis sobre el tema en Cambridge, en Inglaterra, donde se graduó con suma cum laude en medicina forense y química. La familia Pena-Monteiro estaba constituida por generaciones de obstetras exitosos. Su bisabuelo atendió el parto del d. Pedro II en el palacio de San Cristoval en la Quinta Boa Vista. Fue un disgusto cuando Gilberto confesó su pasión por la medicina legal.
Entre ambos intentan descubrir por qué un asesino en serie ha decidido matar a los inmortales de la Academia. Nada más irónico: inmortales siendo asesinados uno a uno…
Por si fuera poco todo lo dicho hasta ahora, el libro ofrece una edición y un formato cuidados hasta el último detalle. Hay recortes de prensa con el estilo y la tipografía de la época que se prestan a todo tipo de chistes (algunos soeces) como el artículo que anuncia, literalmente, “La erección del Cristo Redentor”, una mala selección de palabras que da mucho juego y provoca que lector y protagonistas compartan una sonrisa cómplice.
Cada capítulo, además de un título, cuenta con una bella ilustración, a veces una caricatura o un chiste, que complementa o apoya la narración, casi como una novela gráfica.
Las referencias literarias son continuas, en especial en la boca del detective Machado Machado que no se priva de citar de forma recurrente a su autor de cabecera Machado de Assis, con frases lapidarias como “El vicio es muchas veces el estiércol de la virtud” o “La moral es una, los pecados son diferentes”.
Si se le puede poner una pega a la historia de Assassinatos na Academia Brasileira de Letras es el hecho de que todas las mujeres de la trama parecen sentir una atracción irrefrenable por el protagonista, al más puro estilo James Bond, y que para cualquier lector asiduo de novela policiaca resulta bastante sencillo deducir quién es el asesino casi desde el principio, lo que le resta suspense a la historia que no presenta ningún sorprendente giro final.
Para saber más
Hay multitud de entrevistas y programas de Jô Soares disponibles en internet. Pero para conocer mejor al autor os recomendamos esta, concedida poco después de retirarse de la televisión, con motivo del lanzamiento de su autobiografía desautorizada O livro de Jô, en la que hace un resumen de su vida y de su carrera.
También podéis consultar el artículo de Thaís Leão Vieira y João Pedro Rosa Ferreira, titulado «O riso que nasce do drama: o humor em Jô Soares», en Revista de História e Estudos Culturais, disponible aquí.
Y para despedirnos, nada mejor que volver a ese Río de Janeiro de los años veinte que late en cada página del libro. Una de las joyas de la música brasileña, un tema que nació en aquella misma época y que se ha convertido en un símbolo universal de ternura y saudade.
Se trata de “Carinhoso”, de Pixinguinha, en la voz inigualable de Marisa Monte. Una versión suave, luminosa, perfecta para cerrar el programa con el corazón un poquito más cálido.